Esta es una de las preguntas más frecuentes que se hacen las personas que están iniciando en el mundo de la jardinería, quienes encuentran en las plantas una fuente de distracción, inspiración e incluso, de sanación. Así que si te estás preguntando ¿cómo y cada cuánto tiempo debo abonar mis plantas? ¡Aquí te lo vamos a responder!

Existen dos situaciones muy comunes en los hogares, hay personas que tienen la sensibilidad y capacidad de manipular, cultivar y cuidar de las plantas mientras ellas cada vez florecen y crecen más; y hay otras personas que dicen “planta que toco, se muere”. ¿A qué grupo perteneces?

Si perteneces al segundo, ¡no te preocupes! puede suceder que no se trate de un problema de mala suerte, sino de que tus plantas además de agua están necesitando nutrientes en su sustrato, es decir: abono.

Comencemos entendiendo que un abono o fertilizante es cualquier tipo de sustancia orgánica o inorgánica que contiene nutrientes que las plantas pueden asimilar, logrando con este estimular su crecimiento, mejorar la calidad del suelo o incrementar la cantidad de elementos de la tierra. Podríamos asimilarlo mejor si decimos que el abono es la comida de las plantas que contiene nutrientes que el riego y la luz no les puede brindar.

Si tienes plantas de interior en casa, necesitas abonarlas.

Las plantas que se encuentran dentro de materas, que comúnmente son las que tenemos en los espacios de interiores, al no tener un contacto directo con el suelo comienzan a perder nutrientes naturales que son proporcionados por la tierra, lo que nos obliga a nutrir su sustrato manualmente si queremos que tengan una alimentación sana y que pueda sobrevivir.

Ahora bien, conociendo esto, pasemos a los tipos de fertilizantes que necesitas darle a tus plantas.

¿Qué tipo de fertilizante/abono debo utilizar?

Cada cuánto se abonan las plantas 

 

El tipo de fertilizante es completamente relativo a la necesidad y nutrientes que requieran tus plantas, este mismo puede cambiar según el sustrato, su ciclo biológico o el ambiente en el que se encuentre (interior o exterior).

Existen 2 clases de abono, los inorgánicos o químicos y los orgánicos, más adelante te contamos porqué son mejores los orgánicos.

Ahora, vamos a ver las dos clases.

Abono Inorgánico

Este tipo de abono no contiene materia orgánica, tanto vegetal como animal, y se obtiene mediante la extracción de minerales de la tierra o a través de procedimientos industriales físicos o químicos, por ejemplo, producidos artificialmente en laboratorios.

El abono inorgánico podría dar una solución eficaz y rápida gracias a su acción concentrada en las plantas, sin embargo, estos no proporcionan ningún nutriente al suelo y podrían generar residuos químicos en él.

Estos, usualmente traen 3 elementos: nitrógeno (N), el fósforo (P) y el potasio (K). Por ejemplo, si vemos un abono 12-6-6, quiere decir que el 12% del contenido es Nitrógeno, 6% es Fósforo y 6% es Potasio.

Abono Orgánico

A diferencia del sintético, el abono orgánico se lleva a cabo mediante la descomposición natural de la materia orgánica y la mineralización de residuos orgánicos de origen animal y vegetal.

Este tipo de abono requiere de mayor tasa de aplicación debido a que su concentración de nutrientes es más baja, sin embargo, el abono orgánico sí le aporta al suelo, mejorando su estructura y favoreciendo su capacidad para absorber el agua.

¿Qué abono es mejor, orgánico o inorgánico?

Esta respuesta es completamente relativa, y depende de las necesidades de la planta, su punto de desarrollo y las características específicas que contiene el suelo o el sustrato.

Sin embargo, hay una alta tendencia a utilizar abonos inorgánicos solo por la idea de facilidad que generan, debido a que algunos abonos orgánicos pueden generar malos olores o ser considerados como difíciles de usar.

La realidad es que esto no es cierto. Existen productos 100% naturales que son fáciles de usar y que no tienen repercusiones en el medio ambiente, como los de Caulé. Por eso, le apostamos a lo orgánico.

Bien, ¿Y cada cuánto debo abonar mis plantas?

Aunque nos encantaría darte respuestas exactas, la realidad es que siempre va a depender de la necesidad de nutrientes que demande tu planta según su tipo y el sustrato en el que se encuentra plantada.

Cuando tu planta está en etapa de crecimiento:

Las plantas deben abonarse con mayor cuidado durante su etapa de crecimiento y su etapa de floración. Por lo general, el periodo de florecimiento, se da en las estaciones con temperaturas cálidas: primavera y verano. Pero hay países que no presentan estaciones, ya se encuentran muy cerca de la línea del ecuador. En estos países, es fundamental que las plantas pasen por un periodo de estrés, el cual se da cuándo la planta es expuesta a cambios de temperatura fuertes, es decir, en el día muy caluroso y en la noche muy frio.

Durante la etapa de crecimiento de la planta, es fundamental brindarle sus necesidades básicas. Por eso, es importante aumentar los tiempos de abono en ella. Para que no tenga hambre, el suelo este en las mejores condiciones posibles y este bien hidratada. En esta etapa se recomienda abonar la planta cada siete o diez días.

Pero como siempre, la decisión final dependerá de nuestra planta y su especie. Por eso, es fundamental observar cada cambio que evidenciemos en ellas.

Cuando tu planta está recién trasplantada:

Cómo abonar una planta trasplantada

Cuándo trasplantamos nuestras plantas debemos considerar algunos aspectos. Lo primero, la tierra debe estar lo más suelta posible y no muy húmeda. Porque si está muy húmeda, significa que es una tierra que muy probablemente se va a endurecer y además, no permitirá que las raíces se enraícen en la tierra.

Lo segundo que recomendamos es abonar la planta, con un abono granulado como lo es Mejoramiento de Caulé. Este producto facilita el enraizamiento que es fundamental en el proceso de trasplante para que tu planta crezca sana en su nuevo entorno. 

Entonces, ¿Cuándo debes abonarlas? Cuando muevas un poco la tierra y veas que sigue seca, ahí debes hidratarla y al otro día, abonarla.

¿Y en etapa normal?

Depende 100% del tipo de abono que estés utilizando. En Caulé tenemos un kit que se llama: plant parent y tiene todos los elementos básicos para tener un jardín de interiores sano. Es de fácil uso y aplicación. Además trae un calendario para que recuerdes el momento de usarlo en tus plantas.

Normalmente, este proceso de abono depende del clima y estado de nuestras plantas. Pero para darte un periodo estimado, se debe abonar la tierra cada mes y usar un abono líquido cada 2 semanas.

Otras consideraciones para abonar tu planta:

Te puedes preguntar: ¿La tierra está seca o mojada?, ¿De que color tiene las hojas mi planta?, ¿Qué postura tiene mi planta?

Es indispensable estar observando todo el tiempo el comportamiento de nuestras plantas para así, poder buscar ayuda y saber qué hacer. A continuación, te mencionaremos algunas características de las plantas que nos envían alertas de cuando las cosas no están muy bien:

  • Las hojas están amarillas o cafés
  • Las hojas se caen fácilmente y sin motivo alguno
  • La planta no crece, como debería ser: torcida, con malformaciones en las hojas o sin hojas
  • Las flores que empiezan a germinar nunca terminan su proceso y pierde el brote o la flor nace y se cae.

Si reconoces alguno de estos casos en tu planta, te conviene preparar un abono para enriquecer el sustrato o atacar cualquier tipo de plaga/parasito que pueda tener nuestra planta.

Es común que estos abonos extraordinarios sean líquidos, debido a que la absorción es más rápida e interviene toda la planta.

Abonos líquidos:

Los abonos líquidos suelen ser de más fácil absorción que los abonos granulados. Estos son diluidos en agua  y tienen una medida exacta. Normalmente se diluyen en agua de riego y es absorbido principalmente por las raíces.

¿Y cada cuánto se aplican? Los abonos líquidos se deben aplicar cada 15-20 días, tratando de cumplir los días calendario. Se recomienda, hacerlo en horas de la mañana y que no vaya a llover pronto, si la planta está expuesta. Recuerda que la planta ya está siendo hidratada al diluirlo en agua y no necesitara más riego.

Este tipo de abono trae una gran carga de nutrientes, por lo que debes seguir a la perfección la dosificación. Por ejemplo, el abono liquido de Caulé es un abono genérico, es decir, se pude usar en todo tipo de plantas y es orgánico. Con un envase de 250 ml se alcanza a cubrir un lote de 20-24 plantas por un periodo de dos meses.

Te recomendamos leer: ¿Por qué se muere mi planta? 5 razones por las que podría estar muriendo

En conclusión, ¿Cómo podemos ayudar al bienestar y desarrollo a nuestras plantas?

Abonar plantas de interior

  1. Desmalezando. Cuando le quitamos a las plantas los tréboles, diente de león o cualquier tipo de hierba que crezca a su alrededor estamos dándole más alimento a nuestra planta.
  2. Limpiándola. Las plantas al igual que nosotros los humanos, van regenerándose. Es por eso, que podemos quitarle todos los pétalos muertos o que se están empezando a morir.
  3. Cortando la flor. Después de que pase el periodo de florescencia, podemos ayudarle a nuestra planta de una manera muy sencilla, quitando la flor que ya se murió o está en el proceso. Porque así, le ayudamos a la planta a reservar energía y nutrientes y poderse centrar solo en su supervivencia para una próxima floración.
  4. Abonando. Teniendo un buen esquema de abonado, aseguramos que la planta tenga todas sus necesidades básicas cubiertas.

Recuerda que el último punto es uno de los más importantes para cuidar tus plantas de interior. Ahora que ya sabes cómo y cada cuanto abonar tus plantas, puedes empezar a aplicar todas las recomendaciones que te dimos y ¡seguro tus plantas lo agradecerán!

Caulé

Caulé Happy Plants

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